Son aquellas marcas que incorporan prácticas y principios que promueven la sostenibilidad en sus actividades comerciales, así como a lo largo de la elaboración de sus productos y la oferta de sus servicios. Son distintivos que contribuyen a generar un beneficio económico, pero con un valor agregado en el aspecto ambiental y social, pues su meta es aportar al bienestar del planeta y las comunidades locales a largo plazo. Las marcas de sostenibilidad ofrecen a los bionegocios beneficios tangibles en términos de reputación, lealtad del cliente, eficiencia operativa y adapación a un mercado dinámico. Y al público consumidor, la garantía de que los productos y servicios no impactan negativamente en el planeta y son beneficiosos para ellos mismos.