EL ESTABLECIMIENTO de ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS (ANP) PARA FINES DE CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD es una tendencia que se ha presentado en el mundo desde el siglo XIX y, en nuestro país, desde la segunda mitad del siglo XX, con la creación del Parque Nacional de Cutervo. En la legislación nacional, la primera Ley Forestal y de Fauna Silvestre y uno de sus reglamentos recogieron la figura de las Unidades de Conservación como áreas necesarias para la protección, la conservación y el aprovechamiento de la fauna silvestre y aquellas que tengan especial significancia por sus valores históricos, paisajísticos y científicos3. Esta normativa comprendía categorías de ANP con enfoque proteccionista y limitaciones en lo relacionado al uso sostenible de los recursos naturales en su interior.